Molestias invernales
tos y dolor de garganta

La tos es uno de los trastornos que se manifiesta con más frecuencia durante el periodo invernal y a menudo nos obliga a consultar nuestro médico de cabecera o farmacéutico de confianza

Clínicamente es un reflejo del organismo que sirve para eliminar el exceso de secreciones o de moco producido en las vías respiratorias como respuesta a estímulos de distinto tipo.

El ruido que oímos cuando se tose es la consecuencia de una maniobra forzada para expulsar aire de los pulmones, que ayuda a limpiar las vías respiratorias eliminando cuerpos extraños o sustancias irritantes.

Las principales causas de la tos son:

Infecciones de origen viral y/o bacteriana; agentes irritantes como humo de cigarrillos, polvo y contaminación ambiental; cambios bruscos de temperatura; cuerpos extraños, por ejemplo la conocida y fastidiosa miga de pan que se nos atraganta.

Se trata, por lo tanto, de un mecanismo natural que nuestro organismo activa para defenderse. Pero esto no significa que no hay que darle importancia, al contrario, hay que escucharla bien para saber en qué distintas formas puede presentarse. Clasificar la tos no es fácil: en la práctica médica se suele distinguir entre tos húmeda y tos seca. La tos húmeda o productiva, está acompañada de expectoración de flema (moco) que puede ser incoloro (blanco) o, en caso de infección amarillo-verdoso. La expulsión del exceso de moco es una protección importante para las vías respiratorias: la flema contiene acumulaciones bacterianas que, si no se expulsaran, podrían agravar o favorecer la infección; por esto es importante utilizar sustancias que favorezcan el proceso natural de eliminación. Al contrario, la tos seca, o irritativa no va acompañada de expectoración y en muchos casos es consecuencia inmediata de un estímulo irritante externo o de una inflamación, esta última se acentúa con la tos, que también produce ardor en la garganta y partes altas de los bronquios, dando un fastidio intenso en cada golpe de tos. En general es una manifestación autolimitante que se resuelve bastante rápido recurriendo a remedios de autocuración; pero si dura más de una semana es necesario dirigirse al médico para un diagnóstico preciso. Cuando la tos persiste más de ocho semanas se habla de tos crónica; en este caso las causas pueden ser humo de cigarrillos, irritantes ambientales o laborales (polvo, látex, solventes…) y algunas patologías, incluso importantes, como el reflujo gastroesofágico (el ácido sube desde el estómago, llegando a irritar las vías respiratorias), asma, etc. Una ayuda importante para poder regular este mecanismo natural de defensa del organismo nos la proporciona la Naturaleza con plantas medicinales que alivian el fastidio y favorecen su evolución normal. Algunas de las plantas medicinales más útiles:

Grindelia.

planta medicinal con propiedades emolientes, protectoras y lenitivas de las vías respiratorias, la solían utilizar los indios de América del Norte por sus propiedades expectorantes. Inscrita en la farmacopea de los Estados Unidos desde 1882 y en la farmacopea francesa desde 1908, su utilización se ha consolidado además de por su acción balsámica, también por su eficaz acción protectora contra los principales agentes responsables de los trastornos invernales que afectan a las vías respiratorias superiores.

Helicriso.

Planta con aceites esenciales cuya mezcla de sustancias volátiles y muy aromáticas desarrolla una eficaz actividad balsámica, antiinflamatoria y antibacteriana protectora de las mucosas y vías respiratorias; Llantén: muy fácil de encontrar, pues crece por todas partes, tiene propiedades protectoras, fluidificantes y descongestionantes de las mucosas de las vías respiratorias altas, gracias a su contenido en mucílagos. Además de las plantas medicinales, no hay que olvidarse de la Miel, utilizada también en remedios caseros con leche caliente, resulta una gran ayuda por su acción emoliente y protectora.

Dolor de garganta.

Otro trastorno muy difundido durante los meses más fríos del año es el “dolor de garganta”, que se manifiesta con sequedad, ardor e irritación en la garganta y que nos da fastidio y dolor. El frío y los ambientes cerrados aumentan la vulnerabilidad del aparato respiratorio frente a la acción de los virus y bacterias, favoreciendo su difusión a través del aire. El denominado “dolor de garganta” generalmente es el primer síntoma de muchas manifestaciones inflamatorias de las vías respiratorias altas: faringitis, amigdalitis, resfriado común, gripe, etc... Muy a menudo el término “dolor de garganta” se utiliza para definir el dolor que se manifiesta durante la deglución y al hablar; este dolor, junto a la sensación de sequedad, ardor, constricción y enrojecimiento de la garganta es consecuencia de la inflamación de la mucosa de la faringe. Esta puede deberse a múltiples factores: polvo, humo de cigarrillos, inhalación de sustancias químicas irritantes, cambios bruscos de temperatura, sequedad del aire en el hogar y en el trabajo, mala ventilación del ambiente donde se vive o incluso uso incorrecto de la voz (¡apoyar a tu equipo en una partida puede dejarte sin voz!) La inflamación difusa de la mucosa de la faringe se denomina faringitis, puede ser aguda o crónica y la mayoría de las veces es de origen viral. La faringitis aguda aparece repentinamente y generalmente evoluciona con rapidez, resolviéndose en pocos días. En las formas de origen infeccioso los síntomas nombrados anteriormente pueden ir acompañados de estornudos frecuentes, lacrimación, tos, fiebre, dolores musculares y cefalea leve. En estos casos las plantas y sustancias naturales con propiedades medicinales son de gran utilidad: Propóleo, Salvia, Mirra y Malva son las más utilizadas. El Propóleo, que ya se empleaba en la antigüedad, es sin duda la más conocida: esta sustancia cerosa y resinosa producida por las abejas posee importantes propiedades saludables que ayudan a la funcionalidad de las vías aéreas altas, especialmente en las afecciones de la cavidad oral; se puede encontrar en aerosol y en tabletas. La Mirra, con sus propiedades astringentes y analgésicas, resulta muy útil en el tratamiento de los trastornos inflamatorios de las vías aéreas altas. La Salvia desarrolla una actividad antiséptica e antiinflamatoria. Y por último la Malva, utilizada sobre todo para tisanas o infusiones, que desarrolla una acción lenitiva y calmante. Fuente: www.aboca.com

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